jueves, junio 4

La primavera ha llegado a mi vida

  Sé que le quiero, que mi estómago se llena de pétalos en erupción y que las cosquillas del aleteo de las mariposas, es mucho más que la llegada de la primavera a mi vida. 
Pero estoy entre la espada y la pared, entre te quiero pero le echo de menos. Y sé como arreglarlo, porque es sencillo, solo falta que nos hierva la sangre a tales grados que sea imposible que no salgan chispas e incendiemos a todo el que esté a nuestro lado. 

  Últimas cerillas, pequeña, no las malgastes. 


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