jueves, julio 9

Incendios

Me he metido en la madriguera equivocada Alicia, me he metido en la que te lleva al mundo de los horrores y no de las maravillas. Esa que te hace llorar porque sientes que jamás saldrás de ese agujero y que te rompe en tantos pedazos que no puedes reponerte. 
He vuelto a ese oscuro mundo que casi me destroza al completo y esta vez tiene tanta fuerza que no soy capaz de controlarlo. Todo va mal. Muy mal. Mi confianza se ha ido a por tabaco y ha decidido que se va a vivir una nueva aventura con la suerte. Son tan crueles las dos, que no serían capaces de darme el pastelito de hacerme grande y que los problemas fueran pequeños, aunque estuviera al alcance de su mano. 

Dijo mi querido Sabina una vez ''Yo necesito vivir incendios para poder escribir'' y a mi no sé si son las cenizas que matan o las cerillas que me queman. Pero si la vida es tan puta de quemarme viva para hacerme grande, decidla que pare porque yo solo quiero ser feliz. 

Ay Alicia, yo no sé cómo fuiste tan loca de seguir al conejo blanco y enfrentarte a tanta mierda del mundo, yo no sé cómo supiste encontrarte en ese país de locura, o de las maravillas. Porque yo no me encuentro, ni suplicando de rodillas y pidiendo clemencia. No sé salir de la madriguera Alicia, pero tampoco quiero que me salven. Soy así de incomprensible, soy así de niña, soy así de estúpida. Yo sólo quiero que no me quiten lo que me da fuerzas porque entonces se me caen las paredes de la casa de muñecas y empieza el incendio. 

Se me traba la canción de la soledad, no encuentro la salida, apenas me quedan fuerzas para seguir luchando después de tantas putas heridas. Lo único que puedo dar es un intento de sonrisa bonita y unas ganas irremediables de creer en todo lo que el mundo deja de lado o resta importancia. 


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