miércoles, agosto 26

Red Dead Velvet

De pronto se sintió apresada en la aterciopelada colcha que le puso grilletes en las manos mientras gritaba. Paso de quererla a odiarla en menos de un pestañeo y se atrevió a morderla soltando toda su rabia interior. 

Ella estaba confundida, la culpa no era de la pelea de almohadas sino de la jaula en la que habían decidido encerrarla. Ya no disfrutaba, ya no amaba la soledad. Ahora se sentía cautiva y prisionera. 

Ya no creía en ella. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lo que expreses será bien recibido.