martes, diciembre 29

Girls Just Wanna Have Fun

       Probablemente mi mayor miedo sea el futuro, siempre he temido no llegar a cumplir todos mis sueños, de quedarme a medio hacer y no poder vivir mi futuro tan intensamente como yo quiero. ¿Qué pasa si llego a los 30 y no he conseguido todos esos objetivos que tanta ilusión me hace cumplir?
      Hace unos meses mi futuro podía haber cambiado al completo. Tengo un grupo de amigas, somos nueve, los grupos de muchas personas pueden ser bastante caóticos y creo que nos hemos dado cuenta después de seis años de que lo es realmente. Pero es increíble lo maravillosas que han sido. No, no ha sido un año fácil para mí, no las he tenido todas conmigo ni he estado bien al 100%, me alejé por inconformismo, por sensación de incomprensión. Estaba en medio de una crisis existencial porque no sabía ni que quería hacer con mi vida, no conseguía acostumbrarme a la soledad ni sabía cómo continuar pasando días sin morir en el intento. Me alejé como cobarde, quise hacer de la distancia el olvido y vinieron a rescatarme. Supongo que en el medio del naufragio no siempre vale que empieces a nadar sino que venga esa ola que te empuja hasta la orilla y no te lleva a rastras para darte una segunda oportunidad. 
       Ellas fueron mi ola. 
      No me comporté bien, es cierto, hubo un cúmulo de errores que nos hicieron llegar a las armas para luego sacar la bandera blanca y pedir la rendición. Y menos mal que la pidieron. Juro que no sé que hubiera sido de mí si las hubiera perdido, no sabes lo que quieres a alguien hasta que al ver que te alejas, te dan la vuelta y te abrazan pidiéndote que no te vayas. De ese día solo recuerdo una cosa con esa intensidad de día fugaz que tanto me gusta, las lágrimas, los te echaba de menos, creo que el ‘te echaba mucho de menos secre’ de Sharon se me va a quedar toda la vida grabado en la cabeza y en el corazón. También me acuerdo de susurrar, mientras lloraba como una niña, que lo sentía realmente, con todo mi corazón. 
        Ese día podía haber cambiado completamente mi futuro, creo que me hubiera alejado de todo eso que siempre quería y qué suerte tenerlas. Ahora sé que el futuro no va a ser horrible, que aunque los cambios me abrumen y no me gusten una pizca, que aunque me sienta incomprendida, que aunque no nos veamos a menudo, que aunque no sean total y magníficamente afines a mi; puedo tenerlas en cualquier adversidad. Qué bonito error equivocarse, caer, sollozar y que te brinden su mano para ayudar a levantarte. 
      Quiero contarles a esos futuros hijos que no quiero tener y terminaré por tener, que hace seis años conocí a unas amigas increíbles. Que son las protagonistas de la mayoría de mis aventuras de cuando solo era una niña inconforme y confusa con el mundo. Quiero poder transmitirles lo importante que es la amistad y que os puedan llamar tías aunque no lo seáis. 
       Tengo y siempre tendré miedo al futuro, pero gracias a vosotras, chicas, las cosas son más fáciles;  y sé que aunque todo vaya mal, aunque no consiga todos mis objetivos una parte la tendré: grandes amigas hasta el último día de mi vida. 
      Gracias de corazón, sois un salvavidas. 
    Feliz Navidad, espero que 2015 haya sido un gran año, al final y al cabo, para mí también. Los cambios llegan en cuestión de segundos, esa es la moraleja de este año. Osquiero, profundamente, todo junto como a mí me gusta y sin más lágrimas. 

La base de mi recuperación fuisteis vosotras. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lo que expreses será bien recibido.