martes, enero 12

Redes traicioneras

    Resulta que mi inspiración es la noche, la presión y los días en los que uno se siente con ganas de huir. Tengo miedo a la oscuridad y noto como mi piel se pone de gallina porque hace un frío terrible en mi habitación. No es relevante. Pero detrás de todo eso no estoy más que pensando una vez más en la vida. Algo no funciona bien, hay algo que nos estamos dejando atrás con ese frenesí por vivir el momento, el día y la vida. Somos una generación de egoístas egocéntricos que no saben mirar atrás y tienen miedo de pensar en los años futuros. Yo, primera culpable, al menos en eso de mirar hacia delante. 
    El problema de todo nuestro inconformismo, de esa melancolía y tristeza que nos azota por las noches, cuando nos paramos a pensar de verdad, son las redes sociales. Hemos llegado a un punto en el que no hay escapatoria, en el que no puedes pararte a pensar porque sino la vida te deja atrás, es una enfermedad socialmente aceptada. Aunque quieras huir siempre tendrás la "necesidad" de documentarlo, de publicarlo, ese terrible "yo estoy aquí y tu no" que lleva cada nueva red social escrito en letra pequeña. ¿Qué ha pasado? ¿Qué necesidad hay de mostrar absolutamente todo? ¿Por que nos sentimos con la necesidad de explicar hasta el más absurdo momento de nuestra vida para evitar estar solos, con nosotros mismos? ¿Por qué narices nos importa tanto que una noche no estemos hablando con nadie? ¿Qué problema hay con estar solos? 
     Nuestros padres se separaban cuando llegaban a casa y no sabían nada de la otra persona hasta el día siguiente y a veces ni en años. Y no pasaba nada. Nadie moría, nadie se sentía solo, nadie quería llorar por "no tener amigos" que le hablasen todos los días a todas las malditas horas. 
    Me siento hipócrita de sentir estas cosas y de tener que vivir estas cosas, de no ser capaz de obviarlo o que deje de importarme, de vivir en esta generación. Me siento hipócrita de criticar algo que yo misma no soy capaz de controlar porque repito, es una locura aceptada por todos. 
     La solución es fácil, sé que solo basta con cerrar cada cuenta, dejar de obsesionarse y vivir un poco más alejada, más en la soledad. Pero es difícil, mucho, no sé si por la necesidad intrínseca de las personas a contar sus experiencias o porque realmente, estas infernales redes me han atrapado. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lo que expreses será bien recibido.